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martes, 23 de septiembre de 2014

El delegado del Gobierno en Murcia se niega a identificarse en un control de alcoholemia

La madrugada del sábado dos agentes detuvieron el vehículo del delegado del Gobierno en Murcia, Joaquín Bascuñana, al que solicitaron su documento de identidad, a lo que el delegado se negó e instó a los mismos a cuadrarse ante él;

El delegado del Gobierno en Murcia, Joaquín Bascuñana, seráinvestigado por la Guardia Civil después de los hechos ocurridos el pasado sábado de madrugada en un control rutinario de alcoholemia, cuando “se negó a entregar a la Benemérita el DNI”, según el contenido del documento que ha redactado el Instituto Armado.

Los hechos, que tuvieron lugar en la redonda de Isla Grosa de la capital Murciana, tuvieron lugar en la madrugada del sábado al domingo, cuando los agentes que estaban realizando un control rutinario de alcoholemia le dieron el alto a un vehículo, en el que el copiloto era el delegado, acompañado de su mujer y una pareja más, según informa Europa Press.


Bascuñana se negó a identificarse e intentó que el agente se cuadrara ante él

Bascuñana “increpó al agente en un tono autoritario” y le preguntó si había alguna novedad, dado que él era el delegado del Gobierno, a lo que el oficial le requirió en ese momento el documento para poder identificarlo, un mero trámite rutinario en un control, a lo que el delegado se “negó” e incluso llegó a salir del vehículo e intentó que el agente se cuadrara ante él, utilizando su cargo como delegado del Gobierno, y cuestionó por qué razón no le daba las novedades.

El agente solicitó apoyo a su unidad, por lo que acudió el jefe de control, quien nuevamente pidió el DNI al delegado, a lo que éste se negó otra vez.


Bascuñana “increpó al agente en un tono autoritario” y le preguntó si había alguna novedad, dado que él era el delegado del Gobierno

Finalmente, los agentes accedieron a que se marchara del lugar debido al "jaleo" que se había provocado por este asunto, además de que elconductor del vehículo en el que viajaba Bascuñana no mostraba síntomas de embriaguez. Dada la situación, se decidió abrir una nota/investigación interna.

Una nota interna en la Guardia Civil, según establece el Reglamento, supone que la situación se explica por escrito en un informe que se remite al coronel y éste a su vez lo eleva a la Dirección General para después llegar al Ministerio del Interior. En cualquier caso, fuentes han explicado que en un control de alcoholemia se está obligado, según la ley, a identificarse si así lo requiere la Guardia Civil.

Por otra parte, fuentes cercanas al delegado han afirmado que Bascuñana se detuvo simplemente para preguntar si había alguna novedad y si iba bien el servicio a los agentes, que en ningún momento le requirieron la documentación, "ni a él ni a nadie".

lunes, 24 de marzo de 2014

La "indignidad" del Gobierno y la manipulación mediática.

El 22 de marzo, sábado, seguí de cerca la evolución de las Marchas de la Dignidad a través de distintos telediarios. No salí de mi asombro al comprobar que los informativos centraban toda su atención en los actos vandálicos de un reducido número de encapuchados y metían a todos los manifestantes en el mismo saco. Ante tal manipulación y falta de rigor, me preguntaba porqué no daban más detalles de la manifestación, qué fines perseguían y las razones por las que se había producido tal convocatoria nacional. Al mismo tiempo, si se condenaba la violencia de algunos manifestantes, ¿por qué no se ha identificado públicamente los nombres de los "violentos"? ¿Quiénes eran? ¿Qué pasó realmente?
Me resulta sospechoso que cada vez que los movimientos sociales salen a la calle para manifestar su malestar ante la situación política y económica del país, de pronto, aparezcan unos exaltados que revientan las manifestaciones. Las malas lenguas dicen que son mercenarios a sueldo de la propia policía o del Gobierno con el fin de difamar a los descontentos. Por contagio, son muchas las voces que, en los diferentes debates, no han dudado en utilizar términos peyorativos para referirse a los participantes de la manifestación. Según estas ilustres mentes privilegiadas, flor y nata de la intelectualidad, hablan con suma frivolidad de una presunta conspiración ultra-izquierdista liderada por el actor Willy Toledo. Maravillosa actuación de la Delegada del Gobierno de Madrid, la señora Cifuentes, quien mostraba con voz temblorosa algunas piedras ante las cámaras de televisión (¡a saber de dónde las sacó!) y su versión de los hechos, con especial énfasis en el número de policías heridos por los "violentos". Por vídeos testimoniales, se sabe que la actuación policial obedecía a un plan orquestado desde la Delegación del Gobierno, pues no había terminado la manifestación, cuando los agentes anti-disturbios cargaron contra los manifestantes. Se sabe también que tanto ella como el Ministerio del Interior han querido criminalizar a los manifestantes, y no contentos con eso, han preparado las provocaciones y los conflictos para reventar la manifestación. Al Gobierno de la Nación le ha venido muy bien la muerte del Presidente Súarez, así no tiene que realizar declaraciones ante los periodistas sobre el 22M y desvía la atención de la verdadera problemática. No falta la hipocresía en un funeral de Estado, donde la actual casta política se deshace en halagos por el difunto y su legado. "¡Qué gran presidente!" -dicen los demócratas-, "¡Qué gran político!" - dicen otros -. ¡Cuánta chusma protesta! -dicen los propietarios de la mayoría absoluta-. "Pues, nada, invadimos la televisión con especiales sobre el Presidente Súarez, ¡y tan contentos!". No me cabe la menor duda de que esta puti-casta política ha prostituido el gran pacto social que construyó el Presidente Suárez. Y para muestra, un botón. 

Esos "radicales de izquierdas", como fueron denominados por los voceros del Gobierno, reclamaron una solución para los desempleados, el fin de los recortes, una manera de hacer política más democrática, que los banqueros, autores de esta crisis, paguen sus crímenes con la cárcel, que todos los españoles tengan acceso a una vivienda digna, a una enseñanza y sanidad pública y de calidad... Y, de forma legítima, también mostraron su disconformidad hacia leyes como la reforma del aborto, el rechazo a las políticas antisociales de los Gobiernos de la Troika. La sociedad española no comprende el servilismo de nuestro Gobierno hacia las políticas de la Troika.  ¿Cómo tienen la desfachatez de querer implantar un salario mínimo de 600 € para jóvenes menores de 25 años? ¿Cómo se atreven a seguir manipulando con el argumento "o eso, o el desempleo"? Considero que muchos políticos confunden el mayoritario respaldo electoral con un cheque en blanco. Pero, no hay que olvidar que el Gobierno de la Nación ya quedó deslegitimado desde el mismo instante en que no cumplió con su programa electoral y engañó a todos los españoles. A esto, hay que añadir que la gestión del actual Gobierno de la Nación ha provocado una gran fisura social promovida por los distintos casos de corruptelas y por la ineficacia de las medidas tomadas. Si, además, este Gobierno está ciego y sordo ante el clamor de la ciudadanía, ¿cómo se atreve a mencionar esa legitimidad que le otorgaron las urnas? 

"Esto no es una crisis, es una estafa" - corean los manifestantes de las Mareas de la Dignidad -. Y no les falta razón. El sistema está enfermo, la desconfianza hacia las instituciones está más que justificada, ya que afecta desde la Jefatura del Estado hasta la misma articulación del Estado. La necesidad de romper con un régimen que ya no puede satisfacer las necesidades de la mayoría social es una realidad, porque, ante las graves deficiencias democráticas, ni siquiera puede garantizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, y, como contraste, se recurre a medidas represivas, incluido, el control de los medios de comunicación.

La dimisión del Presidente Rajoy debería ser inmediata ante su incapacidad de unir a todos los españoles en un proyecto político ilusionante, por su soberbia y sordera ante las necesidades reales de la ciudadanía, por un modelo económico-social diseñado no para el bien común, sino para unos pocos que manejan la riqueza del país y que busca la estratificación social, no la igualdad. Ni siquiera ha sido capaz de rebajar la silenciosa tensión social que está provocando el resurgimiento de facciones radicalizadas y de extremos. Por consiguiente, ante tal fracaso, está más que justificadas las quejas de las Mareas de la Dignidad y sus reclamaciones: "Pan, justicia, trabajo y dignidad"Otra democracia es posible.


lunes, 17 de febrero de 2014

EXITO TOTAL EN MANIFESTACIÓN POR EL SOTERRAMIENTO DEL AVE EN MURCIA Y UN ALCALDE ABUCHEADO POR LOS MURCIANOS

Una manifestación exitosa de mas de 20 mil personas que pedían un Ave soterrado y un Alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, que se vio acompañado a media distancia durante toda la marcha por los gritos de "¡corrupto!", "¡chorizo!" !dimisión! y otros improperios de muchos murcianos que allí asistían,que le recordaron de viva voz y con carteles su condición de imputado en el caso Umbra. El ruidoso grupo estuvo escoltado y vigilado de cerca durante todo el tiempo por algunos fornidos policías nacionales, que no llegaron a intervenir tampoco durante la llegada de la manifestación a las puertas de la Delegación del Gobierno, donde arreciaron los insultos hacia el alcalde.Fue la única nota que alteró la normalidad de la jornada, que se cerró con la lectura del manifiesto y un alcalde con cara de cromo sonrojado.


jueves, 30 de enero de 2014

EL ALCALDE DE MURCIA MIGUEL ANGEL CAMARA, PIERDE LOS NERVIOS CON UN PORTAVOZ DE LA PLATAFORMA PRO-SOTERRAMIENTO DEL AVE EN EL PLENO DEL AYUNTAMIENTO


El alcalde de Murcia Miguel Angel Camara pierde las formas cuando un portavoz Antonio de la Plataforma Pro-Soterramiento del AVE le dice que los estudios de la llegada del ave a Murcia por fomento están mas que hechos y así los documentos lo dicen.

El alcalde se descara con una gran prepotencia y las tribunas llenas de ciudadanos de Murcia le increpan contra el diciéndole MENTIROSO,FALSO ETC........


sábado, 4 de enero de 2014

EL FENÓMENO SOCIAL QUE EL GOBIERNO QUIERE OCULTAR.

Tal y como se puede observar en la grabación precedente el movimiento social “Juventud Sin Futuro” y los simpatizantes con su causa recorrieron multitudinariamente el pasado 7 de Abril las calles de Madrid y las de más de 30 ciudades de todo el mundo protestando contra su expulsión del sistema y del país. La plataforma ciudadana antes citada encabezó la manifestación que desfiló, bajo el lema "no nos vamos, nos echan", por las principales arterias de la capital de España para denunciar el "exilio económico forzoso", al que se ven obligados miles de jóvenes en nuestro país, ante la falta de oportunidades laborales" que, provocada por la situación económica y social actual, fuerza a los jóvenes a abandonar sus hogares y su entorno familiar y social de referencia, abocándolos a situaciones de desarraigo en destinos alejados de su nación de origen. Falsas Tierras de promisión en las que mana, como único sustento al alcance de la mayoría de nuestros compatriotas, la precariedad laboral y exclusión social.

Los jóvenes evidenciaron su deseo de "desmentir el discurso oficial” repetido incansablemente como un mantra por el peperismo. Pensamiento con él que se persigue lograr que desaparezca y se aleje de la mente de la opinión pública la más mínima sospecha de responsabilidad gubernativa sobre la dramática realidad sociolaboral que padece rutineramente la sociedad española soportando la tasa de paro juvenil más alta de toda la Unión Europea. 

Alarmante situación que amenaza con cronificarse, que está provocando además un creciente fenómeno migratorio, protagonizado tras la adolescencia por un amplio sector de la población juvenil, y sobre la que el poder ejecutivo intenta penetre en la consciencia colectiva la idea de su ausencia de culpabilidad respecto a esta trágica realidad. 

Nula responsabilidad política que justificaría a la inacción de unos dirigentes que se sienten satisfechos, se jactan y encubren su incompetencia proclamando, para excusar su paralización ante el problema de la fuga masiva de cerebros, en la etapa previa a la madurez, que es el espíritu aventurero, característico de ese periodo del desarrollo humano, el que empuja a una juventud española sobradamente preparada a marcharse en búsqueda de las oportunidades que la actual crisis les niega en su lugar de origen. 

Pero la luminosa y clarificadora verdad, sobre la que la fuerza política gobernante se obstina, haciendo gala de un empecinamiento irracional, en arrojar la más oscura falsedad defendiendo la teoría del afán emprendedor de los jóvenes españoles en el marco de la Unión Europea, es que la inmensa mayoría no se van por propia voluntad sino obligados por las circunstancias, es decir, por una coyuntura económica adversa.

Hipótesis de la movilidad laboral motivada por la sana y lógica ambición de prosperar económica y socialmente esgrimida oficialmente por un peperismo maquiavélico con el objetivo de camuflar la autentica razón que fuerza a la juventud, de un país convertido en un territorio laboralmente hostil para esta franja de edad con una tasa de desempleo superior al 55 por ciento y el 85 % de los contratos precarios, a optar por el destierro económico.

Compleja tesitura que terminar por convertir, debido a la vergonzosa desidia de nuestros azules gobernantes neoliberales y ante la inmutable indiferencia de sus rojos opositores socialdemócratas, a nuestros jóvenes en un número anónimo, al que no le queda más remedio que acabar nutriendo los movimiento migratorios, los registros del paro o las listas de individuos que encadenan contratos de trabajo en prácticas o formativos de forma indefinida. Sujetos con rostro reconocible o desconocido; pero todos ellos con nombres y apellidos, que ignorados por nuestra casta política dirigente, pasan a formar parte de una estadística demográfica, que refleja que no deja de aumentar progresivamente el volumen de personas que, tras haber completado su proceso académico, se ven arrojados a la precariedad laboral y a la exclusión social en su país de procedencia o de destino. 

Dilema engañoso, puesto que sólo es superficialmente una disyuntiva, es decir, en apariencia, debido a que independientemente de la preferencia laboral por la que te decantes, tanto si es la opción de la permanente inmovilidad, aferrado a la cómoda protección del calentito colchón familiar o la alternativa de la dinámica movilidad, impulsado por un inquieto espíritu aventurero; acabaras ejerciendo una ocupación enmarcada en una cuadro profesional que no tiene absolutamente nada que ver con el que habías pintado en tu imaginación y para el que te habías preparado concienzudamente.


Ejemplo paradigmático del último caso son los conocidos técnicamente como minijobs, término traducido lingüísticamente como miniempleo e interpretado inteligente y socialmente como mierdijob por los perjudicados y los potenciales afectados. Modelo de anticontrato que, malnacido en la Alemania del canciller Schröder para aplacar el descontento social que la elevada tasa de desempleo estaba generando, cumplió a lo largo del 2013 una década de antigüedad y representa lo opuesto a lo que debe garantizar un puesto de trabajo digno. Se trata por tanto de un tipo de contrato basura que se caracteriza por ser temporal; a tiempo parcial, es decir de pocas horas, con un máximo de 15 semanales; de sueldo reducido con un tope máximo de 450 euros mensuales; y exento de cotización social, pero que permite la posibilidad de aportar voluntariamente una parte a la seguridad social.

Cuando el Estado teutón adoptó esta medida en el año 2003 para favorecer la creación de empleo la nación estaba atravesando por una situación similar a la que está padeciendo España desde 2008, es decir, crítica y preocupante debido a que tanto la economía sumergida como el desempleo eran problemas acuciantes en el interior del país germánico como lo siguen siendo en el hispánico.

Teniendo en cuenta dicho paralelismo y los sobrevalorados beneficios obtenidos con la reforma del mercado laboral ario, tales como el ascenso de la cota de ocupación en amplios sectores económicos y el descubrimiento de la gran capacidad de adaptabilidad del trabajador, que supuso la implantación en el estado germano de la modalidad contractual bautizada como minijob, no es de extrañar que los estadistas de nuestro país piensen que el miniempleo es la fórmula más idónea para contener y reducir un porcentaje de desempleo que alcanza a más de la mitad de los jóvenes españoles.

“Juventud Sin Futuro”, perteneciente a la generación con el mayor nivel de preparación técnica y de acumulación de la historia, que se ha convertido en víctima de una nueva forma de entender las relaciones laborales, involucionista y retrograda, impuesta por un ideario que presume de innovador, la doctrina neoliberal. Filosofía política, fuertemente dominada por el capitalismo salvaje, que ha transformado a Alemania en motor de la economía europea merced implantando la flexibilidad en la jornada de trabajo y el abaratamiento de los costes salariales, con la finalidad de acrecentar el índice de competitividad del sector industrial.

Espectacular progreso económico de la nación alemana que se ve lastrado en la actualidad por la inestabilidad en el mercado del trabajo que conduce indefectiblemente a la exclusión social. Precariedad laboral que en el estado germánico, según dos organismos oficiales de ámbito federal de reconocida credibilidad, como son la Oficina del Trabajador y la de Estadística, alcanza hoy en día a más de un tercio de las contrataciones en vigor en este momento. Compromisos laborales que han sido firmados a fecha de hoy, como ocupación temporal, a tiempo parcial o como minijob, por un total de 7.4 millones de empleados en el conjunto de la nación aria. Obreros, de los cuales un 58% recibe una remuneración insuficiente para cubrir sus necesidades básicas cotidianas y que, por tanto, se ven obligados para poder subsistir a percibir un complemento económico en forma de ayuda social.

Esta situación inmoral, que acabo de describir, atenta contra la dignidad de la clase trabajadora a la que se fuerza a aceptar las limosnas del sistema. Conformismo social que también se produce a la inversa como lo demuestra la cifra ascendente de personas, que después de haberse jubilado se ven empujados a buscar un miniempleo para poder completar una exigua pensión con la que difícilmente logran sobrevivir.