El pasado jueves 17 de mayo conmemoramos un año más el Día Internacional contra la LGTBfobia, en esta ocasión como en las precedentes cuando llega esta fecha, que sin lugar a dudas se ha convertido en la segunda efemérides en importancia del calendario reivindicativo a favor de la diversidad afectivosexual, después de la celebración del Orgullo; la duda y el rechazo asaltan a las mentes más desconcertantemente criticas, que se pronuncian en contra de las manifestaciones, que de manera festiva, lúdica o simplemente de forma pública y no oculta, es decir al aire libre y a plena luz del día reclaman el respeto por las diferentes orientaciones sexuales e identidad de género
Pero por mucho, que les cause repulsa a los sectores más fanáticamente detractores de los actos pensados para visibilizar la existencia de la realidad lgtb, los activistas defensores de los derechos humanos seguiremos implicados a diario en la lucha por erradicar las fobias sociales que padecen las personas representadas por dichas siglas, o lo que es lo mismo, el odio irracional o el miedo irreflexivo obsesivos sentido por una parte de la mayoría heterosexual y que transformado en violencia verbal o física convierten cotidianamente en víctimas a los miembros de las minorías sexuales.
Uno de los casos más recientes, que demuestran, que el urgente imperativo de continuar denunciando, sacando a la luz cualquier intento discriminatorio por insignificante, que resulte, permanece estando tan vigente en la actualidad como siempre; lo constituyen las polémicas afirmaciones vertidas por el Concejal del Partido Popular Cayetano Ros Dolerá que comparó en Twitter el matrimonio entre personas del mismo sexo con la zoofilia. Declaraciones de marcado carácter homofóbico que, siendo impropias de un cargo público, atentan claramente contra la dignidad de un colectivo, que se ve denigrado al tener que soportar un trato vejatorio precisamente por un representante de un partido político, que se vale de su mayoría en los ámbitos territoriales donde gobierna para desde una actitud de prepotente y opresor desprecio, llevar a cabo un olvido imperdonable de sus obligaciones, realizando una negligente dejación en el cumplimiento del servicio y defensa de los derechos e integridad moral de toda la ciudadanía independientemente de su opción sexual o identidad de género.
Estas impopulares y prejuiciosas aseveraciones emitidas por el edil del grupo municipal popular y posteriormente difundida por las Redes Sociales han levantado una oleada de protestas, entre la que destaca la reacción de las Asociaciones LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, que han llegado incluso a exigir la dimisión o destitución del concejal molinense. No menor repulsa han provocado sus declaraciones entre las fuerzas políticas de la oposición, que se han pronunciado en esta misma línea de reprobación y censura, a la que se ha sumado de forma destacada la diputada regional socialista Esther Clavero, quien condenó enérgicamente los comentarios ofensivos aparecidos en twitter, a los que se refiere como “un gravísimo ataque y una agresión repugnante a las personas homosexuales”
El controvertido concejal sintiéndose desbordado por la enorme repercusión de sus irrespetuosas palabras, se vio forzado a retractarse; tarea que acometió con inmediatez, excusando en su perfil de Facebook su injustificable e imperdonable comportamiento, al que califica de error involuntario de carácter informático que ha sido maliciosa e intencionadamente tergiversado, pidiendo disculpas de esta forma tan escasamente convincente por haber expresado por escrito su opinión respecto la noticia publicada en el New York Times sobre el apoyo de Obama al matrimonio igualitario
Obama se convierte de este modo en el primer presidente de los EEUU en activo que defiende abiertamente al colectivo homosexual. Se trata de un paso adelante en la posición del mandatario norteamericano, en respuesta a los ataques de los conservadores, más concretamente del candidato opositor, el republicano Mitt Romney, quien ha puesto de manifiesto en numerosas ocasiones a lo largo de la campaña electoral presidencial estadounidense la firmeza de su postura contraria al matrimonio entre personas del mismo sexo, en consonancia con los postulados, a los que se aferra acérrimamente la corriente de ultraconservadurismo europea, opuesta a la igualdad de derechos de las minorías sexuales con respecto a la mayoría heterosexual; y que recientemente ha sido derrotada en el vecino país merced a la victoria del progresista François Hollande.
La reciente elección del líder socialista como jefe del estado galo supone la apertura de una nueva vía de dialogo de su ejecutivo, resultado de las urnas, con las Organizaciones LGTB, que se persigue culmine con el logro de la equiparación legal para las parejas del igual sexo, convirtiéndose de esta forma Francia en el décimo primer país en aprobar el matrimonio homosexual.
La actitud de estos dos líderes políticos altamente representativos de la vanguardia más avanzada en cuanto a la protección de los derechos civiles, respaldada por la favorable evolución de la opinión pública, experimentada en dos de los países, que disfrutan de unos niveles de madurez democrática más envidiables en el mundo occidental debería servir de ejemplo a todos aquellos miembros del Partido Popular especialmente, aquellos, que ostentan responsabilidades del gobierno desde el concejal más insignificante del municipio menos relevante hasta el propio presidente de la nación, a la hora de ser conscientes de la importancia de amparar y preservar la dignidad de las personas lgtb y mantenerse en esa primera línea de salvaguarda de un marco jurídico equitativo y justo que puso fin a las desigualdades legales y a la marginación padecidas por la diversidad afectivosexual. Y sobre el que continua pesando la amenaza de un recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la misma fuerza política opresora, que continúa poseyendo después de 7 años el poder de retirar el cerco a la ley, que garantiza la inclusión social, que permite la libertad de contraer matrimonio en igualdad de condiciones a las minorías sexuales.