CAPITULO Iº
EL CÍCLOPE VALCARCEL, EL HIPOCRITA, PERSEGUIDO POR SU PESADILLA MURCIANA, SUEÑA CON LA CONQUISTA DE EUROPA
El pasado viernes, día 8 de marzo, se celebro la jornada inaugural del Año Europeo de la Ciudadanía. Acto oficial, que fue presidido por el secretario de Estado de la Unión Europea junto con Ramón Luis Valcárcel Siso, actual primer mandatario regional, que es sobradamente conocido por su afán desmedido por acaparar el poder autonómico al más alto nivel, durante cuatro legislaturas, como lo demuestra el hecho de sumar mandatos consecutivos como presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia desde 1995.
Pesada Responsabilidad, que sufrimos el resto de los murcianos, y que disfruta, haciendo honor a su segundo apellido, es decir, hurtando a la mayoría de la ciudadanía la ilusión presente y la esperanza futura. Jefatura del ejecutivo, que simultánea desde 2010 con el fatigoso ejercicio físico e intelectual de viajar por Europa en primera clase como parte de sus duras obligaciones como máximo representante del Comité de las Regiones. Cargos políticos, que pretende le sirvan de trampolín para dar el salto al Parlamento Europeo, entrando a formar parte de las listas, que elaborará el PP para las próximas elecciones europeas, que tendrán lugar en junio de 2014.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto basta con tener menos de dos dedos de frente, como es el caso de nuestro presidente, para darse cuenta de la oportunidad de oro, que le brinda para labrase una futura carrera como eurodiputado la elección de la Región de Murcia, por el Gobierno de España y por la Representación en nuestro país de la Comisión y del Parlamento Europeos, para la presentación de los actos de difusión y conmemoración de esta efeméride. Candidatura murciana que, por tanto, sospechamos no fue escogida por casualidad, entre las diversas opciones regionales, sino que obedece seguramente a la decisión política de favorecer el lanzamiento al estrellato europeo de Valcárcel.
Posibilidad, que cobra cada vez más fuerza en el feliz imaginario colectivo sobre todo desde que el día 4 del corriente se hicieron públicos los resultados del último Barómetro del Centro de Estudios Murcianos de Opinión Pública (CEMOP). Datos, que reflejan una vertiginoso ascenso del índice de impopularidad del presidente autonómico, que contaría únicamente con el apoyo del 13,5 por ciento de las personas preguntadas si se presentara a la reelección en 2015 y cuya nota media, 4,4, supone el primer suspenso a una gestión, cuya valoración por parte de la mayoría de la población murciana ha descendido en picado con respecto a la anterior puntuación de 7,2 lograda en el Barómetro de Invierno del 2011.
Cifras reforzadas por otras aún más negativas y alarmantes para la fuerza política gobernante sobre la visión que la sociedad murciana tiene sobre dicha opción, como se pone de manifiesto cuando el ciudadano encuestado expresa a día de hoy su voluntad de voto. Puesto que el sondeo resulta concluyente a la hora de evidenciar, que el Partido Popular perdería 20 puntos porcentuales en comparación con el registro obtenido en las comicios de mayo de 2011 en caso de celebrarse en este momento elecciones autonómicas. La clave, que explicaría esta caída, que constituye un peligro, que amenaza un futurible triunfo electoral radica en la opinión mayoritaria de la ciudadanía murciana, que en un 50,2 por ciento valora como “mala” o muy mala” la labor administrativa del Gobierno Regional. Puntuación negativa incrementada en un 33 por ciento desde abril del 2009, momento en que consiguió su mayor índice de popularidad.
Toda esta involución porcentual experimentada por el peperismo regional patentiza que a la población murciana, incluidos sus votantes, que califican a Valcárcel con un 5, 8, es decir, una nota inferior en dos decimas a un bien, se les ha deprendido la venda de los ojos. Desafección ciudadana y ausencia de carisma político, de la que siendo consciente tanto él como el conservadurismo regional, forzará en un futuro no muy lejano su honorable destierro político fuera de tierras murcianas, donde ya apesta a cadáver político, consumido por la lepra, provocada por el virus neocon, que el mismo voluntariamente se ha inoculado, incubado y propagado a nivel autonómico. Deshonroso ostracismo encubierto de retiro glorioso y ocioso como merecido premio dotado de unos elevados y despreocupados honorarios y cuantiosas dietas por los servicios prestados a un sistema neoconservador, que gratifica a sus leales colaboradores con un escaño en el Parlamento europeo. Institución, que debiendo representar directamente la voluntad de la soberanía popular europea, ha mutado en la Eurocámara de los errores, al estar compuesta no por los políticos de vocación, más preparados y capacitados para defender los intereses de la de la Ciudadanía de la Unión sino por los de profesión, que reciben su acta de eurodiputado como una forma de retribución económica por su comportamiento como sumisos y fieles lacayos, acudiendo prestos a obedecer la voz de su amo y señor, el régimen económico neoliberal imperante.
Capitalismo financiero que ha comprado el Parlamento europeo, convirtiéndolo en un parque geriátrico privado. Autentico cementerio de dinosaurios políticos, debido a que las cúpulas dirigentes de sus partidos se reservan el derecho de admisión a la hora de decidir a qué compañero o camarada incluyen en las eurolistas electorales cerradas, avalado por una larga trayectoria como cabeza hueca obediente y estomago voraz agradecido, felizmente sometido a la disciplina de partido. Características, que priman por encima de las cualidades y habilidades personales y la formación y experiencia políticas, y que son cambiables por un vale, que certifica que el portador está autorizado a disfrutar durante un cuatrienio renovable de un euroescaño. Regalo obtenido por el beneficiario como golosa y clientelar recompensa a la servil y vitalicia fidelidad a los mercados, que rigen el destino político y económico de la eurozona.
Un claro ejemplo de lo anteriormente narrado lo personifica la figura del maquiavélico Valcárcel, gigante ciclópeo de la política regional, cuya pésima gestión al frente de la Comunidad Autónoma, por la que ha velado despreocupado, mirando por ella con el ojo privado de visión de futuro, no le avala suficientemente como para aspirar a un trono en Europa. Escaño, que observa atento y anhelante con el ojo de la ambición bien abierto. Aspiración irracional y soberbia, teniendo en cuenta que su inactiva, desocupada e indolente gestión ha arrojado a la economía regional a un pozo tan ciego, como el órgano carente de vista, con el que ha vigilado por el bienestar de la sociedad murciana, y tan negro como el porvenir que aguarda a esa idéntica población.
No debemos olvidar que se trata de un humano gigante de sangre azul, pepero, cuyo pelaje, oculto bajo un traje de pretenciosas líneas oscuras, es evidentemente verde como el color de la envidia y la codicia, que le caracterizan. Se trata sin lugar a dudas de un monstruo de la política, que con sus pies de barro está enlodando con el cieno de la mentira las empantanadas finanzas murcianas, bajo su responsabilidad. Falsedad de las cuentas públicas, con la que persigue encubrir como su titánica avaricia le llena las manos, mientras cierra el ojo de la honestidad y abre el de la complicidad ante el saqueo de la prosperidad regional, que está llevando a cabo la administración autonómica aliada con el capitalismo salvaje del sector empresarial murciano.
CAPITULO IIº
EL CÍCLOPE VALCARCEL, EL HIPOCRITA, A LA CONQUISTA DE EUROPA
A todo lo anteriormente relatado, debo añadir metiendo aún más el dedo en la yaga de la verdad que escuece e irrita, que el cíclope polimorfo, Valcárcel, es poseedor de dos naturalezas una murcianista y otra europeísta, y que un transcendental día, consciente del ocaso de la edad de oro murciana, que había generado, amaneció renegando de la primera vocación, debido a la obsesiva ofuscación, que le produce la segunda e imaginaria voz. Canto de sirena que se produce de la suma de los sonidos irreales e ilusionantes, emitidos por dos de las más afamadas ninfas, sedentes y firmemente afianzadas sobre la roca del poder. Nereidas de capital importancia por su inigualable y seductor atractivo político, llamadas Bruselas y Estrasburgo, cuya aguda, llamativa y atrayente melodía sólo suena en su cabeza y en la de sus sectarios partidarios. Armónica y enajenadora polifonía, traída hasta los caprichosos e inestables oídos de Valcárcel, y el resto de manada de ciclopes peperos, por sus propios aires de grandeza.
Música, que amansa su insatisfecha y monstruosa sed de poder, sabedor de que la prolongación de su carrera política autonómica es una quimera, que horroriza incluso a sus más fanáticos admiradores y que su ministrabilidad, es decir, la posibilidad de que presuma de una cartera ministerial para pasearse por Madrid a costa de todos los españoles es un mito, involucionado en leyenda negra. Amenaza fantasma, que afortunadamente se aleja cada vez más en el tiempo y en el espacio porque su propio partido aprueba pasapórtalo, y que se esfume a Bruselas, para que allí se diluya y si es posible de la nefasta memoria de su itinerario autonómico solo quede, a modo de legado envenenado, la entrampada herencia, deudora y deficitaria.
Desoladora situación, desierta de confianza en el presente y de ilusión en el futuro, creada por el hambriento paquidermo Valcárcel, que experimenta la apremiante sensación de fiera corrupia acorralada, herida de muerte política, que padece a causa de la sequía económica, que el mismo ha provocado. Salvaje alimaña especuladora y capitalista, que también ha vuelto improductiva la antaño fértil huerta murciana a base de sembrar cemento y ladrillo. Dañino hormigón, que ha devorado, haciendo desaparecer hasta las raíces cultivos tan tradicionales e identificativos de nuestra tierra como los cítricos.
Torpe Mamífero, que es finalmente descubierto, y que se mueve por los campos murcianos como un verdadero forajido. Saqueador peligroso y descontrolado, que actúa al margen del respeto a la ley, que naturalmente el debería ser el primero en ejemplificar. Activo y vivaracho agente vertebrador de la ruina murciana, que ha ido, con su apetito insaciable y devastador, propio de una langosta, consumiendo, con la plaga del mamoneo, o lo que es lo mismo, favoreciendo el chanchullismo, el amiguismo y la corrupción, hasta la última gota de los recursos económicos de una región, bendecida por unas condiciones climáticas privilegiadas. Tierra huertana, por antonomasia, que siendo fructífera y rica, era antaño internacionalmente reconocida como tierra fértil de promisión, que manaba leche y miel en abundancia, y que acogía a propios y a extraños con los brazos abiertos.
A este alarmante y critico yugo de vacas esqueléticas y hambrientas nos ha conducido el agudo olfato de hiena depredadora de las presas financieras del primitivo y visceral Cíclope de la especie de los Valcarcelus. Humanoide, de rasgos antropomórficos, que se encuentra en una fase primaria y recolectora de la evolución, caracterizada por un exacerbado e irracional instinto de codicia de los frutos del esfuerzo ajeno y colectivo, sustraídos del terreno público y desviados ocultamente a la acomodada gruta granviaria, en la que habita desde principios del 2006, y en la que atesora el patrimonio individual y familiar acaparado. Caverna rupestre de 260 metros cuadrados, valorada en un millón de euros, y que ha sido pintada, empapelada y forrada interiormente de confortable y apestosa opulencia. Sospechosa y vigilada guarida, que ha sido conquistada disparando cantos rodados lanzados con la fuerza de un pelotazo. Se trata, por último, de una lujosa madriguera, que ha sido bautizada por las reivindicativas tribus urbanas, indignadas y conscientes de la mala raza del espécimen roedor y carroñero, de fino olfato para el negocio urbanístico, que la ocupa, como la cueva de Alí Babá, para deshonra de dicho personaje, con el que rivaliza en cuento.
Ejemplar cromo-neocon, prototípico, que encontramos repetido e intercambiable en el álbum de fotos del clan tribal, sectario y tradicionalista, y que fue elegido en 1991 supremo caudillo autonómico del peperismo, ideología política, cavernícola y dictatorial, que lo encumbró como máximo pastor del rebaño regional, ganando en 1995 las elecciones a un derrotado PSOE autonómico. Celoso guardián de su aborregada grey, dispuesto a arañar a quien se le aproxime, que todavía camina a cuatro patas y se anda por las ramas, y que ha ordeñado el domesticado rebaño murciano hasta dejarlo consumido, dolorido y exhausto. Agotada y resignada ubre de una sumisa y obediente población compuesta por la dócil oveja o el manso ganado, bovino, que se incrementaba o como mínimo se mantenía, mientras abundaba, y alcanzaba para la mayoría de la manada electoral, en los bancos de tierras repletos de forraje, el verde, fresco y jugoso pasto. Inofensivos animales racionales, que despertaron a principios del 2011, de la dulce imagen onírica de prosperidad, que habían disfrutado desde el año 2000 en el protector regazo del divino Morfeo. Estado paternalista del bienestar, desde el que abrieron lo ojos a la amarga pesadilla de verse traicionados y atados en el altar del sacrificio por este mismo y paternal Ser. Obstinado, maquiavélico y cruel AgaBorbon, monarca seudoparlamentario, deseoso de levantar vientos favorables, que hagan avanzar el barco de la economía hacia la conquista del cada día más distante y mítico puerto de provisión, citado en los libros de historia antigua financiera como Crecimiento. Ciudad de leyenda, cuya memoria se pierde en la noche de tiempos más luminosos, citada y conocida gracias a la transmisión oral como Recuperación.
Estado, hacia el que conforme nos aproximemos, nos alejaremos cada vez más de la ira de una diosa implacable e inclemente, llamada crisis, cuya furia ha sido desatada por las políticas neoliberales de unos duendes malignos, conocidos como mercados. Sátiros que con la cooperación del monstruoso presidente autonómico, el Cíclope Valcárcel sacrifican a modo de chivo expiatorio a las autenticas e inocentes víctimas propiciatorias de un holocausto financiero.
Ifiasanas e Ifiasanos, de raza fuerte, hartos de ser inmoladas para calmar la insatisfecha sed de una Divinidad cazadora, que con los dardos ponzoñoso de los intereses de la deuda envenena y mata el porvenir de los países, que caen en sus mortales redes, tejidas con el estrangulador hilo del rescate financiero. Deidad, que representa en la realidad helénica, padecida rutinariamente “la Maldición, de dimensión mitológica, de tener que llenar la mesa de los ricos sátrapas germánicos, dedicados a la innoble práctica de la usura, de exquisitos y costosos manjares pagados con el expolio financiero sufrido por los indefensos griegos”.
Lucrativa actividad banquera, bendecida y propiciada por la canciller teutónica, que endiosada como Merkeleyja, hija de su madre, Sittenstrenge, dichosa diva del Estreñimiento y la Austeridad, que empobrece a la Europa meridional y precaria para enriquecer a los financieros teutónicos, cuyas septentrionales bolsas, recogen el beneficio del trabajo y el laborioso esfuerzo de generaciones de resignados y sacrificados Ifigenios e Ifigenias. Dolorosa situación contra la que los funcionarios públicos, hasta entonces borregos sumisos y obedientes, sujetos bajo el yugo del poder autonómico, se alzaron a comienzos del 2011. Insubordinación producida cuando, los silenciosos corderos divisaron el ara del holocausto en forma de monumental tijera esquiladora con la inscripción grabada “Ley 5/2010, de 31 de Diciembre”, bajo la cual figuraba la aclaración: “Ahorrar 300 millones”. Altar, junto al que se halla, sentado en su trono regional, el matarife y monstruoso Ciclope Valcárcel, y que encontramos situado en el interior del templo dedicado premonitoriamente a un mártir, San Esteban y consagrado a rendir culto al Poder de un despótico presidente autonómico.
Detestable personaje contra el que sindicalismo murciano se amotinó cuando contempló la herramienta recortadora. Aparato represor de un régimen autoritario, que motivó la rabiosa sublevación, que empujó a miles de ovejas bravas a cruzar el rio Segura y a invadir, desde el 23 de diciembre del 2010 hasta el 12 de enero del 2011, en sucesivas avalanchas, hasta un total de seis, la capital, iniciando un proceso contestatario de alteración genética civil. Metamorfosis ciudadana, que habiendo principiado con la conversión de disciplinados y mansos corderos en rebeldes cabras insumisas y desobedientes, culminó con su transformación en la actualidad en feroces lobos aulladores y bravos leones rugidores.
CAPITULO IIIº(Iª Parte)
EL COMBATE DEL ULISES, MURCIANO CONTRA EL CÍCLOPE VALCARCEL, EL HIPOCRITA
1. PRECALENTAMIENTO
Irritados ciudadanos murcianos, que se han convertido en impetuosos vientos de indignación, que desencadenando furiosas tempestades sociales, aprovechan cualquier oportunidad, que les brinde la diosa Fortuna para crecerse hasta lograr moralmente la estatura de un Zeus, que lanza sus coléricos rayos verbales contra un ambicioso gigante de la política. Grotesco y monstruoso Ciclope, apellidado Valcárcel de conducta aberrante, y ambición desmesurada que ha exprimido las ubres, hasta su total consunción, de una vaca llamada Murcia. Becerra de oro de propiedad pública, que a partir de finales del 2010 comenzó a padecer un proceso de oxidación, consumida por la corruptora y contagiosa herrumbre, transmitida por el rey del despilfarro. Impaciente Valcárcel, enfermo de febril y descomunal codicia infectado por el virus llamado AntiMidas, que explota y convierte en material de desguace todo lo que toca.
Circunstancia, previa al desahucio por agotamiento, en la que se encuentra el ejemplar bovino regional, cuyas cuatro mamas, conocidas popularmente como sanidad, educación, servicios sociales y dependencia, ha mangoneado, estrujado y magullado con sus burdas e incompetentes manazas, que han ordeñado los recursos públicos hasta la extenuación. Leche de altísima calidad robada para negociar y lucrarse con su comercialización, engordando con sus beneficios a familiares, amigos, empresarios y banqueros, categorías, que en la mayoría de los casos son coincidentes. Dramática y ácida verdad del expolio financiero del sector público, que produce la simultánea, trágica y amarga realidad cotidianamente sufrida por el débil y arruinado ciudadano. Persona condenada a la indigencia crónica, que comprueba impotente e indignado como el alimento básico de primera necesidad pasa por delante de sus hambrientas bocas a unos precios privativos para sus saqueados y estafados bolsillos, por una crisis económica, que les ha despojado de todas las posesiones materiales y de los bienes intangibles, menos de la honestidad y la dignidad. Valores humanos, que conforman unidos, la fortaleza integra e imprescindible para enfrentarse a la crema ácida y nata agria de las agresivas fuerzas represoras del régimen ultrafranquista, que reparten a manos llenas desde el furgón policial o desde los coches oficiales los únicos derivados lácteos, que además cuajados, algunos valientes activistas probaran a lo largo de la crisis. Desagradables productos del avinagrado carácter de la seguridad oficial o mercenaria, que constituyen los amargos y dolorosos tragos, que de forma gratuita o en pago por defenderse, deben saborear los reporteros callejeros. Libres informadores que, denunciando a los culpables y gritando a los cuatro vientos su criminal e inmoral comportamiento, cruzan la invisible frontera, que separa el periodismo comprometido del activismo social, a pie de calle, junto a las víctimas de la dictadura neoliberal camuflada de democracia.
Damnificados, que cuando se empoderan y se envalentonan, reclaman la liberación de la soberanía, retenida por el despótico régimen pseudodemocrático y su devolución a quien legítimamente pertenece, es decir, al pueblo. Murcianía progresista, que hoy en día tiene el coraje vital, indispensable para rebelarse contra el hiriente látigo del opresor miedo, ancestral y aborregante, con el que el avasallador autoritarismo, de la soberbia hiena manchada de ilícita ambición y neoconservadora de los privilegios de su especie, somete a su botín favorito, honestos conciudadanos y humildes vecinos. Pánico visceral, que una vez superado se transforma en la astuta y racional furia propia de un lince autóctono, de gigantesca talla moral e intelectual, capaz de acorralar a un infame y obtuso ciclope monolítico, de tamaño elefantino, que sintiéndose acorralado, ve como su mítica y popular imagen se erosiona, resquebraja y desmorona. Causa de fuerza mayor, que le supera y derrota, por la que opta por huir, por la puerta de atrás, de la esperpéntica y opaca política autonómica ejercida durante más de tres lustros. Deshonrosa salida de emergencia por el oscuro y subterráneo corredor de los eurocomicios, que recorrerá hasta introducirse al final del túnel en una profunda sima donde le aguarda una sagrada y dorada vaca, llamada “ganga”. Una autentica mina con dos hermosas y villanas ubres, a punto de explotar, deseosas de ser exprimidas, reconocidas internacionalmente como Estrasburgo y Bruselas
Razón de peso, por la que no desperdicia la más mínima ocasión para demostrar que es merecedor de todos los títulos, de los que presume como grande de Europa y para hacer gala de su pretendida vocación europeísta como un modo de allanarse el camino hasta la Corte Europea, donde le espera ansioso el tan eurodisputado escaño.
2. CALENTAMIENO
Dentro de esta precampaña electoral, que el presidente del PP de la Región de Murcia, está llevando a cabo para garantizar su inclusión en las eurolistas de su partido, se enmarca la obsesiva pretensión de acercar a los ciudadanos a una Eurozona cuyos dirigentes cada vez se encuentran más alejados de la realidad padecida ordinariamente por la población europea. Ciudadanía periférica, cuya latente hostilidad antieuropeísta está mutando en resistencia activa, y todavía pacífica, aunque no exenta de altercados y disturbios, contra la ortodoxia presupuestaria marcada por la doctrina económica de moda, o lo que es lo mismo, por el más puro, intransigente y prepotente estilo neoliberal merkeliano. Políticas financieras fascistas, que contabilizan a sus víctimas como meros y razonables daños colaterales. Motivo, por el que se está produciendo un creciente distanciamiento, apatía y desinterés hacia las actividades para fomentar el europeísmo regional. Lógica reacción, que fuerza a convocar a una legión de funcionarios ociosos, zánganos y zánganas. Burócratas y tecnócratas, que lucen obligatoriamente, ellos austero traje azul pepero y ellas su mejores y trasnochadas galas. Derroche de austeridad, en horario laboral, para cubrir una asistencia mínimamente digna a un desfile de modelos del parasitismo administrativo, que justifique la compra autonómica de espacios publicitarios, en los que se difunden las noticias exclusivas compartidas entre los medios de comunicación oficialistas, afines al régimen neoliberal.
Monopolio informativo, del que curiosamente, queda siempre excluida la prensa alternativa, inmune a la manipulación, que no le queda más remedio, que resistir estoicamente el destierro extramuros de la fortaleza del secretismo informativo erigida desde el oficialismo. Activismo periodístico, que agazapado asalta y atrapa la noticia con la pretensión de conquistar la primera línea del combate informativo.
Una de estas últimas triunfales ocasiones, de las que fui testigo, tuvo lugar el pasado viernes, día 8 de marzo, día en que se celebró la jornada inaugural del Año Europeo de la Ciudadanía. Acto, que la Plataforma Pro soterramiento del Ave, quiso aprovechar para concentrarse delante el Palacio de San Esteban, sede de la Presidencia de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, para denunciar la hipocresía de una organización supranacional europea creada para propiciar y acoger la fusión económica y política y para reforzar la cooperación entre sus estados miembros, que traicionando el propósito unificador, que le dio origen, pretende financiar un nuevo vergonzoso y segregador muro de Berlín, con el beneplácito de las autoridades autonómicas y locales murcianas, que dividirá la capital del Segura en dos grandes guetos. Muralla de contención del progreso, que contradice el Plan Especial de la Estación, aprobado en 2009, que contempla el soterramiento de las vías del AVE a su paso por de Murcia y la integración de los barrios del sur del municipio con el centro. Por lo que es fácilmente deducible, que esta construcción condenará a la muerte lenta por asfixia al desarrollo económico y urbanístico de los barrios de la zona sur, aislados del corazón de la ciudad por una edificación de 5 metros de altura y 6 kilómetros de longitud.
Paredón, que una vez levantado servirá para fusilar, por orden del Ministerio de Fomento con el visto bueno de los incompetentes y negligentes gobernantes, autonómicos y locales, murcianos, la prosperidad y las posibilidades de expansión de la capital regional. Injusticia social, que degradará las condiciones de seguridad y salubridad de la población murciana, y que supone un agravio comparativo con respecto a otras ciudades, como Alicante o Elche, donde si se producirá el soterramiento. Motivos, por los que decidí asistir a la actividad reivindicativa, organizada por la Plataforma pro Soterramiento del AVE, con la que se planeaba delatar la incoherencia de una Europa de dos caras, que con una subvenciona campañas para fomentar el acercamiento de sus instituciones al ciudadano, y con la otra financia infraestructuras, que destruyen la cohesión y la cooperación social.
Acto de beligerante protesta, en el que participe junto, a un reducido número de pacifistas, soldados del activismo local, movilizados en defensa del ideal del Soterramiento, entre los que destacó mi compañero Esteban, enviado al frente del combate callejero como corresponsal de guerra. Luchador infatigable contra la injusticia, que sin pretenderlo e inesperadamente fue sujeto de una metamorfosis, que lo convirtió de representante de la prensa alternativa y subversiva en personaje significativo del mundo reivindicativo murciano. Temerario e imprudente héroe, que acumuló el suficiente e irreflexivo valor para espetarle en sus narices lo que todos los progresistas pensamos de un infame personaje, que pasará a la historia de Murcia como el rey del despilfarro y la dilapidación del Tesoro Público Autonómico. Hacienda Regional, que en lugar de repartirla entre sus conciudadanos y vecinos, invirtiéndola en generar bienestar y promoviendo el bien común, la ha derrochado en proyectos faraónicos para alimentar su megalómana egolatría, convirtiéndose en el rey de la demolición regional, AntiMidas, que ha transformado la región española de economía más floreciente, que creció en el periodo, que oscila del2000 al 2008, el 3,59%, y que registraba una tasa de paro en 2007 del 7,56%, cifra por debajo de la media nacional (8,26%), en una de las más deficitarias, endeudadas y ruinosas de España. Comunidad Autonomía, que alcanzando un porcentaje del 3,02, duplicó el objetivo de déficit marcado por el Gobierno central, que era del 1,5%, y que además elevó a finales del 2012 su tasa de desempleo hasta el nivel más alto de su historia, el 29,59 por ciento.
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